El Consejo General expresa su preocupación por la eliminación prematura de la amalgama dental y su disponibilidad en Europa
El pasado 10 de abril se votó la revisión del Reglamento sobre el mercurio en el Pleno del Parlamento Europeo. En dicha votación, se aprobó el acuerdo político provisional existente con los Estados miembros de la UE con 575 votos a favor, 12 en contra y 38 abstenciones. Según el proceso habitual, ahora la legislación también debe ser adoptada por el Consejo Europeo antes de ser publicada en el Diario Oficial de la UE y entrar en vigor 20 días después. El texto aprobado está disponible aquí.
En resumen, las principales disposiciones legislativas sobre el uso de amalgamas dentales son:
- El texto adoptado elimina progresivamente el uso de amalgamas dentales en la UE a partir del 1 de enero de 2025, excepto si el odontólogo lo considera estrictamente necesario y en función de las necesidades médicas específicas del paciente; aunque no es el caso de España, es posible una excepción hasta el 30 de junio de 2026 para aquellos países que aún no hayan ajustado sus sistemas de reembolso para cubrir las alternativas, con el fin de evitar efectos negativos en las personas con bajos ingresos. Para esta excepción deben cumplirse unas condiciones específicas.
- La exportación de amalgama dental estará prohibida a partir del 1 de enero de 2025, mientras que la fabricación e importación en la UE estarán prohibidas a partir del 1 de julio de 2026. A modo de excepción, se permitirá la fabricación e importación después de esta fecha para necesidades médicas específicas.
El Consejo General de Dentistas, que representa a más de 40.000 dentistas en España, como miembro del Consejo de Dentistas Europeos (CED)1 y en interés de los pacientes, considera primordial una atención sanitaria bucodental accesible y de alto nivel. En este sentido, aunque en España casi no se utiliza, desde el Consejo General de Dentistas somos partidarios de la reducción gradual del uso de amalgama dental, pero no su eliminación prematura, ya que supondría un impacto perjudicial en la salud y el bienestar de los países más desfavorecidos.
Nuestra crítica a esta acción reguladora se basa en el hecho de que ya existían medidas y recomendaciones concretas y acertadas que se aplicaban entre los Estados Miembros, y gracias a los esfuerzos de los dentistas:
- Ya existían medidas sólidas y eficaces para la reducción progresiva de la amalgama dental sin esta acción reguladora; estos esfuerzos han conducido hasta ahora a una disminución de alrededor del 50% en el uso de amalgama dental y prevén una disminución mayor y continua en las próximas décadas.
- La profesión odontológica se ha comprometido a abordar las preocupaciones medioambientales existentes en relación con la amalgama dental mediante el uso de la forma de amalgama libre de gamma 2, que es una forma de amalgama extremadamente resistente a la corrosión, así como de separadores de amalgama, de conformidad con el Reglamento sobre el mercurio de la UE de 2017.
- La profesión dental también ha subrayado continuamente, tanto a los responsables políticos como al público en general, que la prevención es y será siempre la respuesta para reducir el uso de la amalgama. Los programas eficaces de prevención de la caries dental y de promoción de la salud reducirán el uso de los materiales de restauración actuales, incluida la amalgama dental.